Los equipos híbridos quieren recuperar sus calcetines perdidos

Contenidos

El trabajo híbrido ha venido para quedarse

¡Es un hecho! Los equipos híbridos tampoco han podido escapar de este fenómeno. Desde hace algunos meses tienden calcetines desparejados entre la oficina y sus casas. 

Al parecer todo lo que conservan hoy es la creencia de que el trabajo híbrido sólo responde a una razón circunstancial y que para adaptarse sólo tienen que replicar aquello que funcionaba como equipos 100% físicos; si acaso con alguna herramienta nueva tipo Teams o Zoom. 

En un universo paralelo, como si hubieran sido engullidas por un agujero negro, están todas las evidencias de que necesitamos probar primero, observar y, luego, responder a las necesidades de los equipos híbridos.  

Definitivamente estamos en un contexto más complejo donde experimentar con nuevas prácticas puede ser de gran ayuda para emparejar, complementar y enriquecer cualquier tipo de interacción social, de comunicación y/o de colaboración virtual. 

A continuación, correspondemos algunos de estos calcetines con otros. Así, cuando encontremos a su pareja algún día, lo celebremos: 

Acuerdos explícitos

Cuando trabajamos todos juntos en la oficina podemos observar qué están haciendo nuestros compañeros, empatizar con el sentimiento que les hace actuar de esa manera, incluso podemos llegar a prever qué comportamientos podrían sucederse en determinadas situaciones. Implícitamente sabemos cuál es el comportamiento normal. 

Sin embargo, cuando hay personas del equipo que trabajan desde casa, tenemos que hacer más explícitos nuestros comportamientos. Dar por sentado lo anterior sólo puede generar malentendidos y desconfianza. Imagina si se ha sumado alguien recientemente al equipo y ni siquiera tiene ese conocimiento previo. 

Comunicación asíncrona

Conectarnos todos a la vez para todo, no sólo no es la única forma de comunicarnos, es improductivo y nos agota.  

Cuando los integrantes de los equipos híbridos se conectan según sus propios términos, toman el control. En lugar de simplemente esperar o ajustarse a algo, hacen que las cosas sucedan, se muestran más proactivos. También les permite evitar interrupciones constantes y potenciar su concentración, reduciendo los errores y dando lugar a mejores soluciones. Como pueden decidir cuándo revisar sus mensajes y cuándo responderlos aumentan la capacidad de organización y gestión del tiempo. También mejora la comunicación con compañeros de diferentes zonas horarias. 

Definitivamente debemos tener claro en qué situaciones seguiremos una comunicación síncrona (toma de decisiones rápida, resolución de conflictos) y cuando nos apoyaremos en la comunicación asíncrona (actualizaciones de nuestro trabajo, lluvia de ideas, lecturas, reflexiones, comentarios, decisiones… ) para usar nuestro tiempo juntos de forma inteligente. 

Conversaciones intencionales

Por definición, es difícil que en los equipos híbridos surjan las mismas oportunidades de mantener conversaciones espontáneas en el pasillo o alrededor de la máquina de café.  

Debido a que el equipo nunca se encontrará al completo de forma accidental, también es necesario planificar tiempo juntos.  

Ser intencionales a la hora de diseñar, facilitar y dar visibilidad a la información oculta de las relaciones virtuales, garantiza que todos participen en las discusiones y accedan a la información.

Además, no es difícil llevarlo a cabo. Sólo necesitamos incorporar en nuestras interacciones diarias un canal y un poco de creatividad para tal fin, encender cámaras para conectar miradas, una buena conversación y un café en la mano.

Eficiencia de flujo

Hasta la fecha, los equipos híbridos han convivido con la exigencia de trabajar el máximo número de horas para llegar a los mejores resultados posibles. Es decir, su desempeño tiene mucho que ver con los resultados que producen y poco con el tiempo invertido en producirlos.  

Este fenómeno, conocido como eficiencia de recursos, impide a los equipos híbridos conocer la calidad y el valor de las tareas realizadas. 

Llegados a este punto… ¡busquemos el calcetín que falta! Eficiencia de flujo. En caso de conseguirlo, los equipos híbridos empezarán a colaborar y poner foco en las necesidades del cliente. Será mucho más sencillo que comprendan si están mejorando, visualicen cuánto tiempo desperdician esperando algo de otro compañero, incluso, pistas que les ayuden a mejorar.

Este análisis no es el resultado de una rigurosa investigación acerca de los equipos híbridos. ¡Nada más lejos de la realidad! Sólo es fruto de muchas horas de conversación con compañeros/as, clientes y familiares que comparten largo y tendido las mismas necesidades. 

Busca lo que te falta entre lo que tienes y comienza a definir la mejor configuración híbrida para la mayoría de tus equipos. La mayor parte de los males que los equipos híbridos padecen son la consecuencia de descuidos, errores, incluso de hechos aparentemente poco importantes. 

Ahora que tienes el privilegio de saber, ¡actúa! De lo contrario, es probable que el próximo calcetín que desaparezca en los equipos híbridos sea otro con pareja o acabe formando par en los pies de tu competidor. 

Cultura de Trabajo Híbrido Workshop

Descubrirás cómo establecer un marco de trabajo híbrido que apoya una cultura productiva, colaborativa y que persigue la satisfacción de sus empleados.

VER TEMARIO