En mi trabajo ayudando a las organizaciones en la adopción de las prácticas ágiles, uno de los principales aspectos que tratamos es el referente a las personas, y en concreto de lo primero que se habla es de los equipos ágiles.
Fase Forming en Agile Teams
Según la guía Scrum, el equipo de Desarrollo consiste en los profesionales que “realizan el trabajo de entregar un Incremento de producto “Terminado” que potencialmente se pueda poner en producción al final de cada Sprint. Un Incremento “Terminado” es obligatorio en la Revisión del Sprint. Solo los miembros del Equipo de Desarrollo participan en la creación del Incremento”. También según la guía Scrum nos dice que debe ser:
- Multifuncional, necesitamos contar con todos los roles necesarios para que un elemento/idea se convierta en un entregable.
A pesar de lo fácil que parezca de lograr este primer punto, aquí surgen las primeras resistencias. Esto implica hacer cambios estructurales. Por ejemplo, dónde antes teníamos un equipo de análisis, otro de desarrollo, otro de pruebas, otro de integración, etc. Ahora vamos a crear un nuevo equipo con miembros de cada uno de los anteriores departamentos.
Es fundamental que el cambio hacía el nuevo paradigma se haga minimizando riesgos, siempre que la situación del mercado lo permita. Una buena práctica sería hacer una prueba piloto, creando un equipo multifuncional, dotándole de las personas y recursos necesarios para que cumpla su cometido.
En la guía Scrum nos dice que otra característica de este equipo, es que debería ser Autoorganizado. Siguiendo con el ejemplo anterior, cogemos a gente de distintos departamentos, les ponemos juntos en una sala y les decimos “ahora sois un equipo Agile, autoorganizaros”. No nos sorprenderá que este “experimento” fallase y así poder decir “aquí Agile no funciona”.
Cuando se forman equipos nuevos, siempre aconsejo que el nivel de autoorganización debe estar ligado a la fase de desarrollo del equipo según el Modelo de Tuckman, basado en sus observaciones de equipos pequeños:
Brevemente comentar, que Bruce Tuckman describió lo que para él eran las cuatro fases del desarrollo que todos los grupos deben atravesar para alcanzar su máxima efectividad, si bien es cierto que Tuckman llegó a estas conclusiones tras observar pequeños grupos desde varias perspectivas.
Las diferentes etapas de la evolución del equipo
Según su modelo, hay 4 etapas en el proceso de evolución de un equipo:
Un equipo como el anteriormente descrito, según el modelo de Tuckman, estaría en la fase de “Forming”. En esta primera etapa es en la que se forma el equipo. Los nuevos miembros tratan de ser aceptados y de conocer al resto de las personas que forman el grupo, sus cometidos y sus intereses, aunque tienden a comportarse de manera individualista, tratando de evitar los conflictos.
Para este estado es importante contar con el soporte de un buen mentor o consultor Agile o Scrum Master o Lead, o como le queramos llamar. El cometido de esta persona debería ser ayudar al equipo a obtener buenos resultados, haciendo un símil futbolístico, debería ser como el entrenador.
Como es habitual en estos equipos de nueva formación se arrastran los hábitos de la organización anterior (muchas veces todavía coexistente), donde cada miembro del grupo se centra solo en su trabajo y considera al resto del equipo como independientes de su trabajo.
Siguiendo con el símil futbolístico, tenemos unos defensas que solo se preocupan de defender, unos delanteros que solo se preocupan de marcar goles. Y llega el partido y los delanteros marcan 4 goles pero a los defensas les meten 5 goles… en estas etapas es habitual ver como hay unos miembros del equipo (llamémosles delanteros) contentos porque han hecho muy bien su trabajo y se identifica a otros miembros del equipo como que han hecho mal su parte (defensas), es aquí donde hace falta la figura de “entrenador” para hacerles ver que lo importante es que “el equipo ha perdido el partido” y ayudarles a que busquen maneras de mejorar para la siguiente iteración.
Para acabar con el símil futbolístico, necesitamos que los equipos entiendan que a pesar de cuál es su especialidad, si fuera necesario “bajamos todos a defender” o “subimos algunos a rematar si la ocasión lo requiere”.
El proceso de evolución de un equipo, es un proceso largo y lleno de retos tanto para el equipo como para el entrenador. El objetivo es tener equipos que ganen partidos, llevado a nuestra realidad equipos que solucionen problemas.