El mundo sigue cambiando y a cada uno de nosotros nos toca seguir adaptándonos a ellos. Pero, en los últimos años, nada ha sufrido una transformación más rápida, como dice Satya Nadella (CEO de Microsoft), como la manera de trabajar.
Antes de la pandemia, en 2019, y parece que haya pasado toda una vida, sabíamos trabajar con efectividad desde la oficina. De hecho, el 90% de nosotros lo hacía (según informe de Mckinsey, “What executives are saying about the future of hybrid work”).
Durante la pandemia aprendimos a trabajar en remoto, y además a hacerlo de una manera efectiva o productiva (según algunos informes, como “Building resilience & maintaining innovation in a hybrid world”, de Microsoft).
A partir, sobre todo, de 2022, la mayor parte de empresas empezaron el “retorno a la oficina”. Aunque ya nada sería como antes.
Muchas empresas han abrazado lo que entendemos como modelos de trabajo híbrido que, básicamente, pretenden recoger lo mejor de los dos mundos. La capacidad de foco y productividad, junto con la autonomía del trabajo en remoto, pero también la posibilidad de cultivar el sentido de pertenencia y dar forma a la cultura de empresa que ofrece el hecho de trabajar juntos presencialmente. El equilibrio de estas dos maneras de trabajar a través de políticas de presencia flexibles y el rápido desarrollo de la tecnología posibilita, teóricamente, la consecución de estos beneficios.
Sin embargo, estamos todavía aprendiendo cómo aprovechar al máximo esta nueva manera de trabajar. Tal y como queremos representar en este Transformation Sketch, en este humilde homenaje al gran Francisco Ibáñez, fallecido en julio de 2023, las empresas deben reflexionar respecto a cuál es el balance adecuado en cada contexto específico entre trabajo remoto y presencial. No se trata solo de establecer un cupo de días de oficina a la semana, sino de asegurar que tanto el tiempo en la oficina como el tiempo en casa son el máximo de productivos para la persona, y para la empresa.
Y ello nos obliga a una redefinición completa de qué entendemos por productividad en el puesto de trabajo. Como apunta de nuevo Satya Nadella, “Tenemos que definir la productividad de manera mucho más amplia, incluyendo la colaboración, el aprendizaje y el bienestar para impulsar el avance profesional de cada trabajador.”