¿Otra certificación más? ¿Y esta vez, para agile? ¿No tenemos ya suficientes certificaciones? ¿De verdad sirven para algo? El debate acerca de las certificaciones lo comentamos hace un par de meses en el blog, aprovechando una conferencia de Aleix Palau en el Instituto de Empresa. Y creemos sinceramente que las certificaciones, si son administradas con rigor, acreditan los conocimientos y la experiencia de los profesionales que las obtienen. Ayudan a diferenciarse en el mercado, a encontrar empleo más fácilmente, a añadir valor al conocimiento adquirido y a retener el talento en la organización.
Si algún organismo es reconocido por su rigurosidad en el proceso de sus certificaciones, exhaustividad en el contenido de sus exámenes, y valor en el mercado de los profesionales acreditados, es el Project Management Institute. Su certificación Project Manager Professional (PMP)®, de la que hemos hablado en otras ocasiones, es sin duda las más conocida, pero no la única.
La certificación PMI-ACP®, Agile Certified Practitioner, acredita a los profesionales que la obtienen una experiencia mínima de 2.000 horas de participación en proyectos y más 1.500 horas de experiencia en la aplicación de principios y técnicas ágiles. Dicha experiencia debe ser informada al PMI, y podría ser auditada durante el proceso.
División del contenido de PMI-ACP®
El contenido recomendado para prepararse para esta certificación se divide en 6 grandes áreas:- Value-Driven Delivery
- Stakeholder Engagement
- Boosting Team Performance Practices
- Adaptative Planning
- Problem Detection and Resolution
- Contionuous Improvement (Product, Process, People)