“Lo único constante es el cambio”.
Si alguien albergaba aún ideas sobre estabilidad, o inmutabilidad a estas alturas ya las habrá abandonado o al menos dejado reposar.
Nos habíamos acostumbrado a usar la expresión “mundo VUCA” como un lugar común para hablar del mundo. Pero aplicando la volatilidad e incertidumbre que forman parte de su definición, otro término acude a replantear el mundo: BANI. Vamos a ver qué es cada cosa, y cómo nos puede afectar, si es lo que hace, el decantarnos por una de esas definiciones.
¿Qué es un mundo VUCA?
Primero, ¿a qué nos referimos con VUCA? Se trata de una narrativa, una metáfora, una simplificación que nos ayuda a poner un poco de orden en la realidad. El mundo es demasiado amplio, mudable, diverso y lleno de matices como para asimilarlo sin ayuda. Necesitamos un mapa, una representación simplificada para movernos por él. Si esa representación en forma de narrativa conecta con nuestra percepción y experiencia tenemos una visión, una metáfora, un meme cultural que se difundirá y servirá de base a otras ideas y conceptos.
VUCA nació a finales de los años 80 en un contexto en el que ya se atisbaba el final de la Guerra Fría y se abría un horizonte inédito sin la confrontación de las dos grandes potencias. Desde el DoD de Estados Unidos se elaboró una visión para describir el nuevo mundo en torno a cuatro dimensiones: Volátil, Incierto (Uncertain), Complejo y Ambiguo.
Curiosamente, esta narrativa se ha difundido fuera de los círculos de planificación estratégica donde nació, y se ha convertido en un lugar común en el mundo de empresa y, sobre todo, como argumentación para la adopción de la filosofía y métodos ágiles, por naturaleza adaptativos, y por ello capaces de moverse en las agitadas aguas que describe VUCA.
¿Qué es un mundo BANI?
La prospectiva o futurismo es un campo de estudios muy amplio y no muy conocido que se dedica a identificar tendencias, definir modelos y escenarios y, en general, a tratar de atisbar hacia donde se dirige el mundo. El IFTF (Institute For The Future) es una organización, nacida de la mítica RAND, dedicada al estudio del futuro. Jamais Cascio es uno de sus colaboradores, y es quien acuñó el término BANI en 2016, y quien lo ha fijado en un reciente artículo (“Facing the Age of Chaos”).
¿Qué significan las siglas de BANI?
- B: Britle, se podría traducir como “quebradizo”. Es el tipo de fortaleza ilusoria que tienen determinados sistemas aparentemente sólidos pero que se pueden desmoronar con facilidad. Por ejemplo, países ricos por la explotación de un recurso natural que se vienen abajo con las fluctuaciones de precios; o los monocultivos de nuestra agricultura moderna, tan vulnerables a plagas por su poca variabilidad.
- A: Ansious, la ansiedad que provocan los cambios continuos. Una ansiedad que puede dar lugar a pasividad cuando se siente que los cambios son avalancha y que no hay forma de influir en ellos. A eso contribuye también la inundación de noticias desde los medios y la “malinformación”.
- N: Nonlinear, la desconexión y la desproporción entre causa y efecto. Puede que estemos viviendo ahora las consecuencias en el clima de acciones tomadas hace 40 años ¿podrían haberse supuesto entonces estas consecuencias? ¿Qué relación hay entre el acto menor de cazar o comer un animal, y el desencadenante de una pandemia que está cambiando el mundo? Hay una gran distancia entre la escala a la que ocurren las cosas y la escala a la que las percibimos.
- I: Incomprehensible, consecuencia del exceso de información y de la naturaleza muchas veces contraintuitiva de ésta (como ocurre cuando interviene la IA o el Big Data). Por fortuna, lo incomprensible hoy no tiene que serlo mañana.
Una mirada al futuro
Para Cascio, VUCA se está quedando obsoleto y no cumple su cometido: cuando nos dice que un sistema es volátil o ambiguo, no nos aporta nada nuevo. Un cambio de paradigma requiere un cambio de lenguaje. BANI recoge la inestabilidad y situaciones caóticas, sorprendentes y desorientadoras. “Ambiguo” se queda corto, lo que experimentamos es incomprensible y genera ansiedad.
Además, BANI incluye formas de lidiar con esos cuatro desafíos: la solidez frágil con “resiliencia” y “holgura” (slack); la ansiedad con empatía y mindfulness; la no-linealidad con contexto y flexibilidad; y la incomprensibilidad con transparencia e intuición.
¿BANI o VUCA?
Siento decir que lo que determinará que VUCA o BANI (o alguna alternativa) prevalezca como narrativa del mundo no es su capacidad objetiva para describir la realidad.
Los dos apelan a percepciones y a la necesidad de encontrar un sentido al mundo, y la versión que gane en aceptación será la que conecte mejor con nuestra particular visión de la realidad en cada momento.
Siempre ha habido incertidumbre, incomprensión ante los cambios y su escala, desconocimiento y ansiedad ante sus consecuencias. Ideologías, religiones y, a una escala menor, métodos y procesos, nos aportan soluciones en la forma de referencias estables que generan certezas y estabilidad a las que aferrarnos. Dudo que la percepción de nuestra vida sea menos incierta y estresante que de la cualquier persona del pasado: seguro que todas ellas percibían en su mundo volatilidad, ansiedad o caos. Otra cosa es que los problemas reales del pasado y del presente sean comparables: desde el acceso a recursos básicos, a las expectativas de futuro.
Personalmente creo que cualquiera de las dos visiones puede aportar elementos válidos para reflejar nuestro mundo, pero echo en falta dos fundamentales: variabilidad y aceleración.
Aunque nuestro mundo es mucho más homogéneo de que lo que ha sido nunca con una dramática reducción de lenguas, creencias, biodiversidad, paisajes y organizaciones sociales, la experiencia personal de cada persona es infinitamente más variada que en el pasado.
Si lo trasladamos a nuestro entorno de trabajo, vemos la cantidad de conocimientos, técnicas, herramientas, métodos, etc, que usamos es enorme y no deja de crecer, y cada vez a mayor velocidad. Ese es el otro signo distintivo de nuestro tiempo: “corriendo cada vez más rápido para permanecer en el mismo sitio”. Es un lugar común hablar de “cambios vertiginosos” y sabemos que hay épocas en las que se aceleran dramáticamente (como la que vio nacer al término VUCA). Pero algo diferencial de nuestro tiempo es que el cambio es acelerado incluso cuando no hay momentos especiales que lo propicien.
Nuestro desafío es lidiar con la variabilidad (incierta, no lineal, ambigua, incomprensible) y la aceleración (volátil, ansiosa, compleja, frágil). Esa variabilidad que aporta nuevas visiones como BANI, y la aceleración que contribuye a hacer que VUCA se perciba como obsoleta.
“Mi receta particular es simplicidad y adaptabilidad”.
En el fondo dos vertientes que están en los fundamentos de la agilidad, y que propician la antifragilidad que caracteriza a los sistemas (y empresas) que “navegan en las olas del cambio”, otra metáfora tan gastada como efectiva.
¿Tu entorno es más VUCA o BANI?
Sea cual sea, podemos ayudarte a gestionarlo con nuestra formación.
cursos en gestión del cambio