En el anterior post empezamos a revisar los 10 retos más importantes para el año que empieza en Dirección de Proyectos. Los cinco primeros fueron: Agilidad, Business Analysis, Gestión del cambio, Gestión de interesados y Alineación con la estrategia: Portfolios y programas.
En este segundo post listamos, y describimos brevemente, los 5 siguientes retos para el año 2016 en Dirección de proyectos.
Retos para la dirección de proyectos en 2016
1. Más cerca del negocio
La dirección de proyectos debe moverse hacia el negocio y la estrategia y distanciarse de la gestión del trabajo técnico. Cada vez más, queremos equipos autogestionados, responsables y comprometidos con su trabajo. El papel del director de proyectos debe elevarse hacia la toma de decisiones de negocio, la coordinación de equipos y la gestión del cambio global.
2. La tecnología como motor de cambio
Las TI se están convirtiendo en claves para la evolución de las organizaciones. La transformación digital es un reto para todas las organizaciones y los proyectos implicados tienen un impacto creciente en el crecimiento y el cumplimiento de la estrategia. Big Data, Internet of things, Cloud, Realidad aumentada o Movilidad son tecnologías emergentes que están cambiando la manera de hacer y gestionar los negocios y los proyectos, de nuevo, van a ser los medios a través de los cuales las organizaciones van a implantar y adoptar estas tecnologías. La dirección de proyectos, por lo tanto, debe ser sensible al papel que juega la transformación digital en las organizaciones.
3. Dirección de proyectos somos todos
La dirección de proyectos no incluye únicamente a la persona que realiza el rol de Project Manager, necesitamos implicación de todos en la toma de decisiones en un proyecto. Cada decisión debe poderse tomar al nivel que corresponde: negocio, equipo técnico, proveedor, Project manager. Cada vez hay mayor conciencia de la necesidad de disponer de un framework de gobernanza en los proyectos que incluye, entre otras cosas: potenciación de la figura del patrocinador de negocio (implicado y disponible para el proyecto), empoderamiento del equipo para tomar decisiones, definición clara de rutas de escalado, creación de oficinas de proyecto, y delegación, adopción de framework en dirección de proyectos reconocido (por ejemplo, PRINCE2).
4. Gestión vs liderazgo
Por gestión entendemos las actividades centradas en asegurar que cumplimos con el “CÓMO” y el “CUANDO”, mientras que el liderazgo se focaliza en clarificar el “QUÉ” y el “POR QUÉ”. La gestión siempre se requiere, especialmente en contexto de evolutivos, mejora continua o business as usual. Los proyectos, especialmente aquellos que implican cambios importantes, requieren mayor peso en liderazgo. Un buen liderazgo debe conseguir mantener la visión clara de lo que queremos conseguir, a pesar de las dificultades que surjan, y guiar al equipo humano a la consecución de esa visión.
5. Redefinición del rol de PM
Finalmente, y quizás, como conclusión del resto de puntos anteriores, el rol de Project Manager debe redefinirse en algunas organizaciones. La tendencia es alejarnos del “Jefe” de proyectos autoritario, aglutinador y celoso de la información para ejercer un rol de “líder servil”, facilitador, el “pegamento” que necesitamos en todos los proyectos para integrar, aglutinar todas sus partes. Las habilidades personales (comunicación, facilitación, desarrollo de equipos, negociación), el networking y el acercamiento al negocio son claves para esta redefinición.